Menos adoctrinamiento, más política social


Ante la celebración este próximo 4 de mayo de un pleno autonómico en León, la presidenta de las Cortes se ha dedicado a pretender suavizar a la ciudadanía a base de las mismas falsedades ya esgrimidas desde hace tiempo, y también pretendiendo de nuevo justificar las medidas para incrementar el sentimiento “castellano-leonés”.

Da igual que el paro, la destrucción del entramado industrial, la despoblación, el abandono, el deterioro del patrimonio, el exilio de miles de ciudadanos por falta de oportunidades, en definitiva, la ruina general que lleva a las provincias leonesas, y también a buena parte de las castellanas, a estar en una situación crítica. Critica hasta puntos de verdadera emergencia como en la provincia de León que lidera la pérdida de población, la perdida de representatividad, hasta dos diputados menos en los últimos años, o que deja unos datos en la última EPA que se repiten año tras año, con una tasa de empleo a la cola de España. Situación que tampoco se aleja de las otras provincias leonesas, e incluso de varias castellanas.

Pero lo importante para la presidenta, y por tanto para la mayoría de los procuradores autonómicos, es seguir gastando millones de euros públicos para “acrecentar el sentimiento castellano-leonés”.

Aunque está demostrado que este intento de adoctrinamiento, lejos de acrecentar ese falso sentimiento, consigue que los ciudadanos se aferren a otros sentimientos regionales; leoneses, por un lado, o castellano por el otro; o en su caso provinciales. Pero el empecinamiento por seguir manipulando los sentimientos es una obsesión que ha llevado a las Cortes a permitir que desde Fundaciones como la de Villalar, lleguen a inventarse todo tipo de falsos argumentos, que incluso llegan a difundir en los libros de texto, al estilo de los regímenes dictatoriales de la historia más negra del mundo. Y se podría pensar que esta obsesión es campo de cierta ideología que lleva gobernando esta autonomía desde hace décadas, pero no, ya que a excepción de un solo procurador, el resto, sin distinción de color político, apoyan este malgasto de dinero público para el adoctrinamiento y la manipulación.

Y aunque algunos con la boca pequeña hayan exigido la disolución de la fundación adoctrinadora, en vez de abandonar su entorno, se suman como el resto.

Y con estas falsedades y pretensiones de adoctrinamiento se pasea la presidenta de las Cortes para justificar las celebración del pleno el próximo 4 de mayo en León. Algo que sin duda deja claras sus intenciones, que no son otras que continuar con la manipulación, y la pretensión de mostrar una normalidad que no es tal. Ya que la normalidad sería que la equidad se mostrase, no solo en la celebración de plenos a lo largo de la geografía autonómica, sino con una situación económica y social equitativa para todo el mapa autonómico, no programada en función de la despoblación (pretendida y buscada) y no la repoblación ,y dejar de basarla en el actual centralismo, que a pesar de la negación continua por parte del gobierno autonómico, es la realidad que la mayoría de los ciudadanos constata en cualquier encuesta, además de los datos irrebatibles que el INE lleva mostrando año a año.

Es por ello que antes de ir haciendo el paripé e insultado a la ciudadanía con estos actos protocolarios, como el que pretenden celebrar este 4 de mayo en León, que no sirven para nada más que para tapar vergüenzas que han llevado a la ruina, despoblación, abandono y exilio de miles de ciudadanos por falta de oportunidades, deberían dedicarse a acabar con el empeño de adoctrinamiento y empezar a hacer política social.

Porque da igual que cambien los nombres a las fundaciones del adoctrinamiento por “no ofender” a los leoneses, o que quieran hacer festejos separados para los leoneses, por no identificarse con los del 23 de abril; seguirá siendo un malgasto de dinero y una perdida de tiempo cuando la urgencia en la mayoría de las provincias necesitan otras medidas más eficaces y no la estupidez de pretender acrecentar o manipular sentimientos. Y por supuesto no es de fiar ninguna medida, por muy disfrazada de actividades culturales que se quiera hacer, cuando ya es conocido el uso torticero y retorcido que se hace de la educación y la cultura, con el único afán de destruir hitos o eventos incómodos para las pretensiones adoctrinadoras.

Dejen que cada uno se sienta como quiera, que siempre a de ser una opción personal y que en un estado democrático nadie debería de intentar manipular, y se pongan a hacer política con mayúsculas para revitalizar cada comarca, cada provincia, en el plano social y económico.

Enviado a la prensa el 29/04/2016
Publicado entre otros por Leonoticias


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